Siempre he estado en contra de la idea de que en la naturaleza
un ser está más evolucionado que otro. Pero si estuviera obligado a escoger
uno, definitivamente me inclinaría por los árboles. Los árboles brindan una multitud
de servicios ambientales para que los demás seres podamos vivir en este planeta
como si se tratara de un paraíso. Los árboles son en sí unas comunidades
vivientes. Y mientras nuestra cultura no reconozca su grandeza, y siga con la
estúpida idea de que nosotros estamos en la punta de la pirámide, no tenemos
otro destino más que el de desaparecer.