Visiones e Intentos de este proyecto

La visión principal que nos guía es ir creando, explorando, difundiendo empezando desde lo pequeño, lo cercano, lo inmediato, para así ir creciendo en espiral pero siempre de una forma envolvente para que no queden espacios desatentidos en una dimensión demasiado grande para nuestra capacidad de intuír, reflexionar y accionar.

6.11.17

La Humanidad no conoce la naturaleza





La Humanidad no conoce la naturaleza


Masanobu Fukuoka (1978:15)




¿Por qué es imposible conocer la naturaleza?.
 Lo que se concibe como naturaleza es solamente la idea de la naturaleza surgiendo de la mente de cada uno de nosotros. Aquellos que ven la verdadera naturaleza son los niños. La ven sin pensar directa y claramente. Incluso cuando se conocen los nombres de las plantas no se ve la naturaleza en su forma verdadera.

Un objeto visto aisladamente de la totalidad no es una cosa real. Cuando especialistas en varias materias se reúnen y observan un tallo de arroz, el especialista en fitopatología sólo ve los daños causados por los insectos, y el especialista en nutrición vegetal solamente ve el vigor de la planta. Esto es inevitable tal y como están las cosas ahora. Como ejemplo, le dije al profesor del centro de investigaciones de Kochi cuando estaba investigando la relación entre las cicadelas de arroz y las arañas en mis campos: “Profesor, ya que está investigando sobre las arañas, solamente está interesado en uno de los muchos depredadores naturales de las cicadelas.

 Este año aparecieron arañas en grandes cantidades pero el año pasado fueron sapos.Antes de esto fueron las ranas las que predominaron. Hay innumerables variaciones”.

Es imposible para la investigación especializada comprender la función de un sólo depredador en un cierto momento dentro de la complejidad de las relaciones entre los insectos. Hay estaciones en las que la población de las cicadelas es baja porque hay muchas arañas. Hay veces que llueve mucho y las ranas ocasionan la desaparición de las arañas, o veces en que llueve muy poco y no aparecen ni cicadelas ni ranas. Los métodos de control de insectos que ignoran las relaciones entre los mismos insectos son verdaderamente inútiles. La investigación entre arañas y cicadelas debe también considerar la relación entre ranas y arañas. Cuando las cosas han alcanzado este punto hará falta un experto en ranas.




También tendrán que unirse al grupo de expertos en arañas y cicadelas otro en arroz, y otro experto en utilización de agua.  Más aún, hay cuatro o cinco clases diferentes de arañas en estos campos. Recuerdo algunos años cuando alguien vino corriendo a casa temprano por la mañana para preguntarme si había cubierto mis campos con una red de seda o algo parecido. No podía imaginarme de lo que estaba hablando, así que apresuradamente salí de casa a ver lo que pasaba. Habíamos acabado de cosechar el arroz y, durante la noche, el rastrojo y las hierbas bajas habían sido completamente cubiertos con telas de araña como si fuese con seda. Ondeando y centelleando bajo la neblina matinal, constituían una magnífica visión. Lo maravilloso de esto es que cuando ocurre, solamente una vez cada muchos años, dura nada más que un día o dos. Si observas atentamente, ves que hay varias arañas en cada pulgada cuadrada. Hay tantas en el campo que casi no hay espacio entre ellas. ¡En 10 áreas cuántos miles, cuántos millones deben haber! Cuando vas a ver el campo dos o tres días más tarde, se observa que filamentos de telarañas de varias yardas de longitud se han roto y están ondeando en el viento con cinco o seis arañas adheridas a cada uno de ellos. Es como cuando las semillas vellosas del diente de león son transportadas por el viento. 



Las jóvenes arañas se adhieren a los filamentos y son enviadas navegando hacia el cielo. El espectáculo es un asombroso drama natural.Viendo esto entiendes que los poetas y artistas tendrán que unirse al grupo. 


Cuando se esparcen productos químicos sobre el campo todo esto se destruye en un instante. Yo una vez pensé que no había nada malo en esparcir ceniza de madera en los campos. El resultado fue consternante. Dos o tres días más tarde el campo estaba completamente desprovisto de arañas. Las cenizas habían causado la desintegración de los filamentos de las telarañas. ¿Cuántos miles de arañas perecieron víctimas de un simple puñado de esta aparentemente inocua ceniza? Aplicar un insecticida no es simplemente cuestión de eliminar a las cicadelas junto con sus depredadores naturales. También se afecta a otros muchos dramas esenciales de la naturaleza. El fenómeno de éstos grandes enjambres de arañas, que aparecen en los campos de arroz durante el otoño y que como artistas escapistas desaparecen en una noche, no se comprende todavía. Nadie sabe de dónde vienen, cómo sobreviven el invierno, o a dónde van cuando desaparecen. 

Así que la utilización de productos químicos no es únicamente una cuestión que deban resolver los entomólogos. Filósofos, religiosos, artistas poetas deben también ayudar a decidir si es permisible o no el uso de productos químicos en la agricultura y cuáles pueden ser las consecuencias incluso de la utilización de abonos orgánicos. Nosotros cosechamos cerca de 5.800 Kg. de arroz y 5.800 Kg. de cereal de invierno por hectárea en estos campos. Si la cosecha alcanza los 7.800 Kg./ha como ocurre algunas veces, puede que no sea posible encontrar una cosecha mejor en todo el país. Dado que la tecnología avanzada no ha tenido nada que ver con el cultivo de este grano esto se presenta como una contradicción ante las presunciones de la ciencia moderna. Cualquiera que viniera y viese estos campos y aceptase su testimonio, sentiría profundas dudas sobre la pregunta de si los hombres conocen o no a la naturaleza, y de si la naturaleza puede o no ser conocida dentro de los confines del entendimiento humano. La ironía es que la ciencia ha servido solamente para mostrar cuán pequeño es el conocimiento humano.

Masanobu Fukuoka

La Revolución de una brizna de paja. 

Texto completo disponible  en:

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