Visiones e Intentos de este proyecto

La visión principal que nos guía es ir creando, explorando, difundiendo empezando desde lo pequeño, lo cercano, lo inmediato, para así ir creciendo en espiral pero siempre de una forma envolvente para que no queden espacios desatentidos en una dimensión demasiado grande para nuestra capacidad de intuír, reflexionar y accionar.

29.9.10

La tradición de las Cruces de Flor de Pericón el 29 de Septiembre



“La flor de pericón y el calendario agrícola, se relacionan íntimamente con el mantenimiento del hombre; la flor es el reloj de la naturaleza que asoma con la aparición de las lluvias, es el tiempo de sembrar y acompaña las primicias del maíz al dar el elote tierno; es la promesa del maíz recio que servirá de mantenimiento todo el año venidero”, dice la arqueóloga Carmen Cook de Leonard, en relación con los festejos que se realizan en Buena Vista del Monte en la víspera de la fiesta de San Miguel.
Una de las tradiciones arraigadas en Morelos es la colocación de la flor de pericón en casas, vehículos y sembradíos. Se usa desde tiempos prehispanicos y, tras la llegada de los españoles, se adoptó como protección contra el diablo, que, según la creencia católica, anda suelto el 29 de septiembre, día también de San Miguel Arcángel. 
Hay quienes desde ayer colocaron la cruz hecha con flor de pericón en las fachadas de sus casas y negocios; en el frente de sus carros y en los campos de cultivo. Según la tradición, es hoy por la tarde cuando debe hacerse. Antes, los capitalinos la cortaban en los campos de El Miraval; ahora, son vendidas en las vialidades. Incluso en los municipios se acostumbra que los vendedores caminen por la calle ofreciendo la protección contra el diablo, que también se le conoce como Yahutli.
En Cuernavaca, se celebra la fiesta de la Flor del Pericón en Buena Vista del Monte, sin embargo,  este año se suspendió debido al conflicto magisterial. Por el contrario, en el pueblo de Acapantzingo sí celebrarán, pues su patrono es San Miguel Arcángel, a quien la milicia divina señala como el gran defensor del pueblo de Dios contra la maldad del demonio.
Ocho días antes se realiza el convite, que es la antesala de la fiesta del 29 de septiembre. Tres días antes la gente tiene que hacer las portadas o armados de flores para la iglesia. En Acapantzingo hacen dos: una para la iglesia y otra para la procesión, en la que se lleva al santito.
Vicente Nieto Gómez, miembro de la familia que anualmente organiza la tradicional fiesta en honor a San Miguel Arcángel, dice que como fieles devotos católicos “si se le promete algo a San Miguel Arcángel, hay que cumplírselo, ya que, aunque él no castiga, a quienes no cumplen les va mal”.
El señor Nieto Gómez compartió la pasión de los pobladores de San Miguel Acapantzingo con la que festejan al arcángel, pues, con mucha imaginación y talento, cada año crea mojigangas, con carrizo, papel y engrudo, pero, sobre todo, con mucho amor, ya que su abuelo, don Alberto Gómez Cervantes, quien en 1935 inició la celebración, le enseñó a hacerlas para la fiesta del santo patrono del pueblo.
Desde mayo, Vicente empieza a idear sus “muñecos”, como él les llama. Para conseguir el carrizo baja a las barrancas de Cuernavaca y empieza a comprar el material con dinero propio.
 “Voy a seguir con la tradición hasta que me muera. Mi abuelo me enseñó cómo hacerlas, me dijo que yo nada más plasmara mi imaginación, y aquí están”, comenta.
Fusión de tradición prehispanica con creencia española
A decir del historiador  Valentín López González Aranda, la flor de pericón se usaba desde los señoríos de Cuauhnáhuac y Tepoztlán, que tenían rivalidades debido a cacicazgos.
> La leyenda  prehispánica cuenta que  los señoríos de Tepoztlán y
C uauhnáhuac tuvieron una batalla en la que el primero perdió a sus hombres. Las mujeres  de los guerreros tepoztecas fueron en busca de los cuerpos de sus esposos.  Las tumbas de los guerreros fueron cubiertas con flores de pericón; se dice que las mujeres del señorío de Cuauhnáhuac se solidarizaron con las de Tepoztlán para cortar la flor, y desde entonces cada año de esa batalla cortaban la flor,  también llamada Yauhtli, en honor de los guerreros caídos.
> Tras la conquista de los españoles, los misioneros franciscanos adoptaron la tradición, con la evangelización comenzaron a elaborar las cruces de flor de pericón. Los religiosos decían a los indígenas que el diablo andaba suelto y que las cruces impedían que éste se revolcara en sus milpas o casas, y que el 29, día del arcángel  San Miguel, el demonio sería capturado por el santo. 
La fiesta en Acapantzingo
> El domingo: durante la madrugada se pone la portada floral en la iglesia. En la tarde se ponen las cruces de pericón. Mientras que a las 20:00 horas se hace una procesión religiosa con faroles y estandartes por las principales calles del poblado. Es una procesión solemne.
> El lunes: a las 8:00 horas se hace una procesión de donación de ceras para las promesas; a las 15:00 horas, brinco del chinelo, y después de las 19:00 horas, quema  de toritos.
Protección
La noche del domingo se colocan las cruces de flor de pericón. La creencia es que si se ponen en puertas y ventanas y en las cuatro esquinas de los sembradíos el diablo no podrá entrar y no causará males.
Fuente: http://www.diariodemorelos.com/index.php?option=com_content&task=view&id=25410&Itemid=80

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