Por
Jonathan Newman
Centre for Aquatic Plant Management
Las algas causan un buen número de problemas en el agua. Impiden el flujo en los sistemas de drenaje, taponan bombas y canales, interfieren con la navegación, la pesca y otras formas de ocio, causan problemas de coloración y olores en el agua potable, saturan los filtros y, en algunos casos, crean problemas de salud a los humanos, el ganado o los animales salvajes. Estos problemas están aumentando porque las concentraciones de nutrientes en el agua están creciendo como resultado de la actividad humana y los procesos naturales. Hay una demanda global a escala mundial para realizar mejoras en la calidad del agua.
La necesidad de controlar las algas, por tanto, está aumentando debido a razones de orden ambiental, de ocio y de salud pública. Dado su pequeño tamaño y rápida tasa de crecimiento, las algas unicelulares son difíciles de controlar con métodos comúnmente usados para otras platas acuáticas.
El corte y otras formas de control mecánico pueden ser utilizadas para reducir los problemas con algas filamentosas, pero son de aplicación muy limitada. Las algas son sensibles a los herbicidas, pero este método es impopular en algunos entornos por razones ambientales o de salud pública. Además, lo herbicidas que sirven para controlar las algas también matan las plantas superiores, así que aunque el agua quede temporalmente limpia de todo tipo de vegetales, una vez que el herbicida se ha ido del agua, el crecimiento posterior de las algas no está limitado por la competencia de las plantas superiores y el problema puede empeorar en los años subsiguientes.
El Centro para la Gestión de las Plantas Acuáticas (Centre for Aquatic Plant Management) ha desarrollado un nuevo método para controlar las algas, que resuelve la mayor parte de estos problemas. El uso de paja de cebada al agua ha sido probado en gran variedad de situaciones en diferentes países a lo ancho del mundo y ha demostrado ser muy efectivo en la mayoría de las situaciones sin efectos adversos conocidos. Se tiene por tanto un método barato y aceptable desde el punto de vista ambiental para controlar las algas en cursos de agua que pueden ir desde estanques de jardín hasta grandes embalses, arroyos, ríos y lagos.
A pesar de la simplicidad de la idea, la experiencia ha demostrado que hay unas cuantas reglas básicas que deben ser seguidas para asegurar que la paja funcione correctamente. El objeto de esta hoja informativa es proveer de consejos prácticos para el óptimo uso de la paja.
CÓMO FUNCIONA LA PAJA
Para lograr utilizar la paja de modo efectivo, es necesario entender algo del funcionamiento del proceso. Cuando se pone la paja de cebada en el agua empieza a descomponerse y durante este proceso se liberan compuestos químicos al agua que impiden el crecimiento de las algas. La pudrición es un proceso microbiano y depende la temperatura, siendo más rápido en verano que en invierno. A temperaturas inferiores a 10 ºC puede costar entre 6 y 8 semanas que la paja se vuelva activa, pero sólo entre 1 y 2 semanas a temperaturas superiores a 20 ºC.
Durante este periodo inicial el crecimiento de las algas continuará sin problemas. Una vez que la paja ha comenzado a liberar compuestos químicos, seguirá activa prácticamente hasta que se haya descompuesto totalmente. La duración de este periodo varía con la temperatura y la forma en que sea aplicada la paja y será discutida en detalle más adelante.
La paja normalmente se mantiene activa durante cuatro a seis meses, después de lo cual su eficacia disminuye rápidamente. Los detalles exactos del mecanismos por el que la paja controla las algas no han sido aún investigados, pero generalmente se acepta que el proceso ocurre tal y como se describe a continuación. Solo unos pocos de los compuestos liberados por la paja han sido identificados, sabiéndose que la mayoría son no tóxicos, mientras que algunos pueden tener efectos ligeramente tóxicos a las concentraciones detectadas. Es posible que sea una combinación de diferentes factores lo que resulte en la actividad antialgal que genera la paja en descomposición.
Cuando la paja se introduce en el agua por primera vez, los componentes solubles son rápidamente liberados, causando que el agua se vuelva de color marrón. Estos compuestos no han sido identificados, pero es probable que se trate de una mezcla de hidratos de carbono y hemicelulosas. Los microorganismos que dominan en esta fase son las bacterias. Después de unas dos semanas la microflora dominante pasan a ser los hongos. Esto sucede cuando comienza la descomposición de la lignina y de otros componentes de la pared celular.
Cuando la paja se pudre, los componentes de la pared celular se degradan a distinta velocidad. La lignina es muy resistente y es probable que se mantenga y sea liberada al agua cuando se hayan acabado el resto de componentes. Estos productos de la descomposición de la paja son probablemente transformados por la actividad de los enzimas bacterianos y fúngicos antes de ser liberados al agua. Esta mezcla de compuestos es transformada en ácidos húmicos y fúlvicos. Estas sustancias húmicas son más conocidas como Carbono Orgánico Disuelto(COD o DOC en inglés). El COD es un componente natural de muchos ecosistemas acuáticos, tanto dulceacuícolas como marinos. Cuando la luz penetra en agua que contiene sustancias húmicas, en presencia de oxígeno disuelto se forma finalmente peróxido de hidrógeno. El alto peso molecular del COD determina que absorba la energía de la luz solar y pueda transmitir esta energía a las moléculas de oxígeno disuelto. La molécula de oxígeno se vuelve inestable y se descompone en dos radicales libres de oxígeno. La vida de estos es muy corta, del orden de 1 microsegundo, pero son moléculas extremadamente reactivas. Los radicales de oxígeno libre forman radicales superóxido y éstos forman peróxido de hidrógeno en el agua. El peróxido de hidrógeno es más estable y persiste hasta unos dos días en agua dulce. La presencia de una fuente continua de las moléculas adecuadas de COD crean unas condiciones en las cuales el peróxido de hidrógeno y otros agentes oxidantes están continuamente produciéndose. Una concentración de sólo 2 ppm de peróxido de hidrógeno se ha demostrado eficaz para inhibir el crecimiento de las algas.
Los experimentos han demostrado que una concentración constante de peróxido de hidrógeno en el agua puede tener un efecto muy similar sobre las algas al de la paja... Hay varios factores que pueden afectar al rendimiento de la paja y que son consistentes con estas hipótesis. Es importante tener en cuenta estos factores para asegurar una correcta solución a los problemas de las algas.
Para leer el artículo completo:
http://www.aaa.org.ar/articulos.php?articulo=articulos/240203-controlalgas01.html
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